La película, que sigue a dos profesores de cuarenta y tantos años que dan clases en la misma universidad y que inician romances con estudiantes más jóvenes presenta una estructura bastante original que narra dos historias paralelas que se reflejan sin cruzarse en ningún momento. Esta novedad, sumada a las sólidas actuaciones del elenco, impulsa una película que no dice nada completamente nuevo sobre el adulterio, el matrimonio ni la crisis de la mediana edad, pero exhibe una considerable capacidad de observación a propósito de la conducta humana.