A esta altura, Tarantino es un gusto adquirido. Es como con Wes Anderson. Te gustan o no te gustan sus películas, no hay términos medios. Son giros y desarrollos sobre las mismas cosas hasta con poca diferencia en sus tramas, yo diría. Por suerte, de un tiempo a esta parte, lo que hace Tarantino me encanta (no siempre fue así, Death Proof me parece una porquería y las Kill Bill las paso ahí nomás) e incluso, desde Bastardos sin Gloria y toda esta suerte de «reconstrucción anárquica histórica», vengo más encantado todavía. En The Hateful Eight nos cuenta la historia de un cazarrecompensas (Kurt Russell) que en camino a ahorcar a su última prisionera (Jennifer Jason Leigh) termina compartiendo una caseta en el medio de la montaña durante una tormenta con varios personajes misteriosos que bien pueden no ser quienes dicen ser. Hay que tenerle paciencia a la película. Extremadamente dialogada, demora no menos de hora y media en arrancar de verdad- ¡90 minutos! ¡Con lo que otros hacen películas enteras!- pero si se es indulgente, uno se verá bien recompensado. Una suerte de misterio a lo Agatha Christie con gore, humor negro y violencia extrema, que divierte de verdad, donde además hay buenas actuaciones de Samuel L. Jackson y Walton Goggins, entre otros. Sí, Tarantino debe estar más autoindulgente que nunca, pero mientras siga por este camino, yo lo sigo bancando. 07.
