Norte de EEUU en la primera mitad del siglo XIX. Una partida de caza de hombres blancos sufre el tremendo ataque de los indios de la zona y eso es sólo el primero de sus muchos problemas. La historia se centrará en Hugh Glass (Leonardo Di Caprio), el conocedor de la zona, el experto, quien será dejado atrás por sus compañeros luego de que… bueno, vamos a no adelantar más. Me amigo con González Iñárritu luego de esa porquería pretenciosa que es Birdman, ya que acá se manda flor de relato, de esos que son cine puro en cada fotograma. Cierto es que si me pongo hinchapelotas puedo decir que se pasa de «poesía visual» y que las cuitas que pasa el pobre Glass son demasiadas para un sólo hombre, pero lo cierto es que durante toda la película la emoción impulsa como si fuera un motor de energía pura. Bien por Di Caprio dejando todo en la cancha y hay un gran antagonista en Tom Hardy. Ah, la fotografía de Emmanuel Lubezki vale por sí sola la entrada de cine. 08
