Italia, 1944. Un batallón nazi conducido por un cruel capitán, se apersona en un pueblito perdido y exije se le entregue a los partisanos locales. La gente del pueblo se niega y el batallón fusila hasta el último, hombres, mujeres y hasta bebés. Trás cartón, un sobreviviente se quiebra y revela la ubicación de los partisanos, así que los nazis exterminan a estos también y de paso cañazo a un comando estadounidense que llegaba justo en paracaídas a cumplir una misión en la zona. ¡Y apenas si van 7 minutos de película! Nuestro protagonista es Rock Hudson, el único sobreviviente de ese comando, que es rescatado por los niños del pueblo (que obviamente no estaban en el pueblo durante esos primeros 7 minutos) y esperan que él los ayude a vengarse de los nazis. Él, con pocos escrúpulos, los utiliza a su vez para completar la misión. Una «de misiones» podría llegar uno a pensar ya que la cosa va de volar (otra vez) una presa, pero pronto la película te da una cachetada con el horror de la guerra y lo traumático que resulta para todos los involucrados. A pesar de lo bajísimo (bajísimo en serio) de su producción y lo limitado de la mayoría de las actuaciones, propone instancias por demás interesantes, con héroes no del todo limpios (los «buenos» abusan varias veces de una doctora alemana, en una ocasión claramente violándola) y villanos (el capitán nazi) que siendo bien pero bien malos están lejos de ser estúpidos y proponen antagonistas dignos. Además de lo anterior, Hudson (ya con su tradicional y simpático bigotito) dista de aprovechar y robar la plata (poca de seguro) en una producción menor perdida en Italia, ya que pone toda la carne sobre el asador y aporta un magnífico protagónico. Sobre el final, la película emociona y todo, miren lo que les digo. 06.
